La Navidad es eso que llevan todo el año esperando los niños que llegue. Para ellos es algo mágico, ¿y para nosotros?
A todos, en la infancia, nos ha gustado la Navidad. Ese período de tiempo en el que no hay colegio, las familias se unen, las calles están decoradas con luces, le das un toque especial a tu casa con el árbol y el belén, los balcones de todas las casas están iluminados, comes mucho chocolate, haces la cuenta atrás, llega Papa Noel, recibes muchos regalos, luego Los Reyes Magos, vuelves a recibir cosas que querías.. etc.
Eso para ellos significa magia. Dicen que la Navidad nunca deja de ser bonita, porque cuando te haces mayor y te enteras de que Papa Noel y Los Reyes Magos no existen. buscas la magia en otras cosas. Para ti es mágico ver a tu familia más unida que el resto del año, cenar con ellos y echaros unas risas, pero llega un momento en que empiezas a notar ausencias en la mesa. Cada vez esa mesa es mas pequeña. Y mi pregunta es: ¿Sigue existiendo la magia cuando esto ocurre? Esa era nuestra magia, y se va terminando.
Los adolescentes miramos la Navidad desde otro punto de vista, un punto egoísta en el que solo pensamos en nosotros mismos. Cuando eres niño tienes muchas ganas de tomarte las uvas, porque eso de llenarte la boca mientras te ríes con los tuyos, mirando un televisor, es realmente maravilloso. Pero una vez creces, estás deseando tomar las uvas y felicitar el año nuevo a tus familiares con dos besos en la mejilla, para irte de fiesta con tus amigos, esto sin hablar de los que directamente no toman ni las uvas con sus padres, tíos, primos y abuelos.
Nosotros mismos somos los que no hacemos de la Navidad algo bonito y diferente. Podemos irnos de fiesta todos los sábados del resto del año, y podríamos aprovechar la fecha de la Navidad para tener un poco mas de trato con nuestros familiares, y muchos no lo hacen.
Sustituimos el jugar con lo que nos han regalado esa noche, con irnos a hacer algo que hacemos a menudo.
En cuanto a los que se van para no volver, ya nada es igual sin ellos. La falta de su presencia hace que no puedas disfrutar 100% de esto. Para mi, la Navidad no significa magia. Solo significan dos semanas de vacaciones, para hacer lo que me de la gana, cenar con mi familia en días como el 24 y el 31, y como he dicho antes, salir de fiesta como cualquier otro día.
¿Y vosotros? ¿Tenéis espíritu navideño?
Gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario